Soy una lectora voraz desde que tengo uso de razón. Mis padres me cuentan que cuando era pequeña y aún no había aprendido a leer letras, yo ya me leía sola los cuentos leyendo las imágenes. Sigo amando esa dualidad, leo todas las letras que caen entre mis manos y hablo con la imagen a través de mi cámara de fotos. Para componer esas imágenes camino por el mundo leyendo de una forma especial, encuadro la realidad de mi alrededor como si siempre estuviera componiendo una foto.
Recuerdo con cariño a los profes del cole que me animaron a leer, especialmente a mi profesora Casilda que nos inició con una humilde biblioteca de aula en la necesidad de terminar un libro para empezar otro, y que nos diera tiempo a leerlos todos antes de que acabara el curso.
De esa época, yo tenía 11 o 12 años, recuerdo los libros de la autora María Gripe, me gustaron tanto que dio lugar a una costumbre que sigo manteniendo: cuando me gusta un autor leo todos sus libros hasta que los termino, me creo mis propias sagas. Aún conservo los libros de María Gripe, "Los escarabajos vuelan al atardecer", "El abrigo verde", "La hija del espantapájaros", y estoy deseando que mis hijos crezcan para invitarles a que los lean.
Siempre he visto a mi madre con un libro entre las manos, y a mi padre con mil proyectos en la cabeza, y creo que he sabido hacer un buen mix de ambos.
Mi madre disfruta de los momentos de lectura, atesora libros con la inquietud de un goloso en una larga cola de salida que va devorando poco a poco, saboreando con deleite cada novela. Recuerdo que se acostaba temprano con su libro bajo el brazo, todos sabíamos que una hora o más después aún podíamos entrar a desearla buenas noches y todos hemos seguido su ejemplo y somos ávidos lectores.
De mi padre he heredado la pasión por la fotografía, por la lectura del mundo en clave de imágenes. Ambos me han dado instrumentos con los que disfrutar en soledad, ¿hay algo mejor que saber estar con uno mismo?
Sigo con la costumbre de completar autores, casi lo he conseguido con algunos de mis favoritos: Isabel Allende, Amin Maalouf, Almudena Grandes, Noah Gordon, Pérez Galdós. Y voy en camino con muchos otros: Vargas Llosa, José Luis Sampedro, Haruki Malukami...No suelen defraudarme, pero procuro no leerles todos seguidos, para no cansarme, sin embargo me encanta encontrar cosas comunes en los libros de cada autor, es un entretenimiento que me llena de gozo.
De todos modos, no me encasillo en este intento, ni en ninguna temática concreta. Me gusta leer de todo y sobre todo. Lo que más leo son novelas, pero no desdeño ensayos, poesía, literatura infantil y libros para seguir aprendiendo sobre mis muchos intereses. En mi mesilla de noche siempre hay un libro de educación, uno de fotografía (técnico o teórico), una novela y luego algo más. Ese añadido depende del proyecto que tenga en mente, a veces son de arte, otras de matemáticas, revistas de actualidad...depende de lo que estemos investigando en clase o de lo que ronde por mi acelerada mente.
No sé si es porque leo mucho o porque tengo mala memoria, pero no retengo todo lo que leo, y eso no es un problema, me encanta releer alguno de los libros que ya he leído. Así que de vez en cuando vuelvo sobre mis pasos y cojo de nuevo un libro, disfrutando mucho entre la sorpresa de encontrar cosas nuevas en esta segunda o tercera lectura y recordar otras.

Me gusta hablar a mis niños (hijos y alumnos) de mis lecturas, les cuento sobre qué autor leo ahora y porqué me he decidido con él o ella. Me gusta animarles a leer, leer con ellos, leerles y hacerles vivir su lectura. Disfruto las sesiones dedicadas a animación a la lectura, conocer sus interpretaciones de las historias que leen, como las asocian con su propia realidad, con sus anécdotas.
Me encanta compartir con mi hijo de 6 años el descubrimiento de la lectura, sus primeros libros, sus primeras historias. Disfruto reconociendo en mi hija, de 4 años, a una futura lectora, que se inventa sus propios cuentos desde el folleto sacado del buzón o que trata a los libros como tesoros delicados.
La lectura forma una parte importante de mi práctica docente, no solo en las horas de Lengua. Leemos y escribimos para disfrutar, parar aprender, para investigar, para comunicarnos con nuestros compañeros, para expresar nuestras inquietudes, para desarrollar nuestra creatividad...Mis alumnos se llevaron el año pasado su medalla de Leones y este año se llevará la de Tragapalabras, porque el que entra en mi cueva (mi clase) solo puede salir siendo un auténtico Tragapalabras, no le queda más remedio.
Espero que la "lectura" de mis anécdotas lectoras os haya entretenido, si es así os lo agradezco, si no es así os pido disculpas por no haber sido capaz de proporcionaros una buena "lectura".
ABRAZOS