Te mando un mini relato con lo que me mandaste del blog... no sé si
había que incluir el elemento del violín, pero me inspiró esta mini
historia, lápices que se convierten en violines o maneras de usar el
lápiz en la vida, basada en hechos reales por cierto jajaja, la abuela
me enseñó en la cocina, y los lápices que se diluyen en agua fueron un
regalo tuyo jajaja estoy con finales, así que no sé si es muy bueno,
pero en cuanto termine (el 30) mándame cosas de estas, que me encanta
escribir cosiquis...
(…)
Imagen vinculada a la página origen |
Siempre me salía de los bordes al colorear
cuando era pequeña. Esto era en infantil, y ahora con una veintena de años me
sigo acordando… ¡Qué terrible! Recuerdo
como la profesora me decía que pintaba mal y que no podría seguir saliéndome
de los bordes como lo hacía. ¡Imagínense que hubiese pasado si al pequeño Rembrandt
le hubiesen dicho que pintaba mal!, eso
me da que pensar. Cuantísimas auto-profecías externamente impuestas habrán
negado la vida de grandes artistas....
El caso es que llegué a casa y le dije
a mi abuela que me enseñase a no salirme de los bordes. Tomó un lápiz de color
y dibujó un círculo y me explicó que si apuraba el color en el interior de la
figura, justo pegadita a la línea de contorno, tendría menos margen para
salirme del círculo. Y así pasó el
tiempo, intentando siempre que la línea del contorno marcase el final de mi
trazo, no quería pintar mal, cómo iba a consentir que mi pasión fuese algo que
se me daba mal…
Lo complicado era dibujar soles, los rayos hacían que me tuviese
que salir… Sin embargo, y gracias a Dios, para mí pintar, en mi cuarto o en el
salón, siempre implicaba momentos libres de juicios. Entonces, cuando nadie
miraba y estaba completamente entusiasmada en mi dibujo, difuminaba cielos y
universos con lápices que se diluían en agua y me encantaba, porque no había
forma de salirme ¡ni de que nadie me dijese que lo hacía mal! Bueno, pintar
en la mesa, pero eso yo ya sabía que no se debía hacer. En esos momentos,
pintaba los mejores soles. Al final todos sabemos que pintar en la mesa está
mal, pero que, salirse de las líneas, tiene recompensas tan bonitas como poder
llegar a oler el mar, sentir una nube, o
perderse en el infinito… y todo esto, ¡sobre un lienzo!.
Claudia Santamaría
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Os damos la bienvenida al espacio de comentarios.
Es el lugar en el que el Equipo de de coordinadores de Cero en Conducta comparte ideas, admite sugerencias o nuevas informaciones.
La redacción es sencilla, como puedes apreciar, y solo pedimos que sea en un tono respetuoso y que aporte perspectivas plurales al tema de la educación de los jóvenes de la Tribu.
Los adultos de "esa Tribu 2.0" ahora tienen que educar incluyendo una cultura emergente que estamos creando, entre todos, al introducir la interacción virtual que nos facilita la tecnología.
Muchas gracias por compartir tu tiempo y tus comentarios